Inclusión Laboral: los Talentos Invisibles que Pueden Transformar tu Empresa (ONCE)
Descubre cómo iniciativas como Fundación ONCE y LaLiga Genuine demuestran que la discapacidad no es una limitación, sino una oportunidad para crear equipos más humanos, innovadores y rentables. ¿Estás listo para escuchar? Rse y Inclusión pueden caminar juntos y mejorar tu imagen
VEILLE SOCIALEMANAGEMENT
Lydie GOYENETCHE
8/3/20243 min leer


La discapacidad en el trabajo: ¿Y si escucháramos en lugar de marcar una casilla?
Cuando pensamos en discapacidad laboral, es fácil caer en la rutina de las normativas: “Cumplamos el 2% que exige la ley” (en España) o “Incluyamos un par de perfiles diversos para mejorar nuestra imagen”. Pero, seamos honestos, ¿cuántas veces realmente hemos escuchado las historias detrás de esos números?
Imagina esta escena: estás en tu oficina, un martes cualquiera, revisando currículums. De repente, ves una candidatura que menciona “discapacidad” en el apartado de datos personales. ¿Qué es lo primero que pasa por tu mente? Si es algo como “¡Perfecto para nuestras métricas de inclusión!”, entonces este artículo es para ti.
Cuando ser “valiente” se convierte en un estigma (El caso de Fundación ONCE y Marta)
Pensemos en Marta, una joven arquitecta en Barcelona, diagnosticada con hipersensibilidad. En cada reunión de equipo, escucha comentarios como “¡Qué valiente eres por seguir aquí con tantas dificultades!”. Palabras bien intencionadas, sin duda, pero que la hacen sentir invisible. Como si su trabajo no hablara por ella, sino su diagnóstico.
¿Te imaginas cómo es vivir con esa carga? Ser reducido a una etiqueta, a una historia inspiradora que los demás usan para sentirse mejor consigo mismos. Marta no necesita ser valiente; necesita ser escuchada, reconocida por su talento y apoyada con soluciones reales: un espacio tranquilo, pausas flexibles, y la libertad de decir “esto no funciona para mí” sin temor a juicios.
El problema no es la discapacidad. El problema es cómo la vemos.
Dejar de hablar para empezar a escuchar (Inspirándonos en Carl Rogers y LaLiga Genuine)
Aquí entra Carl Rogers, un psicólogo que nunca gestionó una empresa pero que sabía cómo entender a las personas. Su método, simple y efectivo, es oro puro para cualquier equipo de recursos humanos:
Empatía real: Escucha para entender, no para responder. Deja de buscar soluciones inmediatas y empieza a preguntar: “¿Qué necesitas realmente?”.
Congruencia: Haz lo que dices. Si tu empresa promueve la inclusión, pero los procesos internos no la reflejan, los empleados lo notarán (y se frustrarán).
Aceptación sin condiciones: Ve más allá de la etiqueta. Marta no es solo “hipersensible”; es una profesional brillante que capta detalles que otros ni perciben.
En este contexto, proyectos como LaLiga Genuine, una iniciativa que integra equipos de personas con discapacidad intelectual en competiciones oficiales, son ejemplos de cómo escuchar y actuar pueden transformar la percepción de la inclusión.
Los superpoderes invisibles (Inspirados en Fundación Adecco y Luis)
No todas las discapacidades son visibles, pero eso no las hace menos impactantes. De hecho, muchas aportan perspectivas únicas.
Luis, en una startup de tecnología en México, lucha con la dislexia. Durante meses evitó los correos electrónicos hasta que alguien sugirió un software de dictado. Hoy, sus ideas fluyen con una claridad asombrosa, resolviendo problemas complejos que nadie más podía abordar.
Ana, hipersensible en un estudio de diseño en Barcelona, no soportaba los ruidos del open space. Pero al darle un espacio tranquilo y horarios flexibles, empezó a identificar tendencias en los clientes que nadie más veía.
Estos no son casos aislados; son ejemplos de lo que pasa cuando dejamos de centrarnos en “discapacidades” y empezamos a ver “capacidades”.
Transformar el cumplimiento en cultura (Con ejemplos de Ilunion)
La inclusión no debería ser solo una línea en tu informe anual. Debería ser un motor de innovación, humanidad y resultados. ¿Cómo lograrlo?
Cuando contrates a alguien con discapacidad, no lo hagas “por cumplir”. Pregúntate cómo esta persona puede transformar tu equipo. Invierte en herramientas simples pero efectivas: software accesible, escritorios ergonómicos, horarios personalizados.
Habla de la discapacidad abiertamente con tu equipo. Haz que sea parte de la conversación diaria, no un tema tabú que se menciona solo en reuniones estratégicas.
Y, sobre todo, fomenta la autonomía. La inclusión no es sobreproteger; es dar las herramientas para que cada persona pueda brillar.
Una oportunidad, no una carga (Inspirándonos en ONCE y LaLiga)
La próxima vez que pienses en discapacidad, no te quedes en la superficie. Piensa en Marta, en Luis, en Ana. Piensa en todo lo que podrían aportar a tu equipo si les das la oportunidad y el apoyo adecuado.
¿Qué pasaría si tu empresa fuera el lugar donde esas historias de transformación se convierten en la norma, no en la excepción? Quizás, solo quizás, descubrirías que la inclusión no es solo un acto de justicia social, sino la clave para construir una organización más fuerte, más humana y, sí, más rentable.
Entonces, la pregunta es: ¿Estás listo para escuchar?