Dónde invertir en energía eólica en Francia: guía regional para empresas españolas del sector renova

Descubre dónde invertir en energía eólica en Francia: análisis regional, licitaciones, y claves para empresas españolas del sector renovable. Proposiciones de estrategias marketing y digitales.

VEILLE ECONOMIQUE

Lydie GOYENETCHE

4/1/202510 min leer

consejos de marketing
consejos de marketing

Cuando los dioses del viento, el mar, la tierra y el fuego guían la inversión internacional

Como en los mitos clásicos, donde los elementos eran gobernados por deidades caprichosas pero poderosas, las energías renovables requieren interpretar los signos de la naturaleza y convertirlos en valor económico. Éolo, señor de los vientos, y Neptuno, guardián de los mares, abren paso a nuevas oportunidades en el territorio francés. Para empresas españolas especializadas en energía eólica —particularmente aquellas radicadas en Navarra, Castilla y León, Galicia y Aragón—, conocer las dinámicas territoriales de Francia puede marcar la diferencia entre una apuesta exitosa y un fracaso administrativo o logístico.

La inversión en energía eólica en Francia no es un campo homogéneo: varía según la región, la normativa local y las condiciones naturales. Esta guía ofrece una visión estratégica de las regiones más prometedoras para el desarrollo eólico, tanto onshore como offshore, adaptada al interés de las empresas españolas del sector.

Una empresa navarra, forjada en la precisión, la ingeniería y la claridad procedimental, puede verse desconcertada en Bretaña, donde las brumas del Atlántico ocultan a veces más que revelan. Allí, el viento no solo sopla: habla. Habla en nombre de los druidas, de las piedras antiguas, de una identidad profundamente simbólica. Y en ese contexto, el SEO emocional —aquello que conecta un mensaje con el imaginario de un pueblo— vale tanto como la mejor oferta técnica. Porque en Francia, y especialmente en ciertas regiones, se construye tanto con energía como con sentido.

Esta guía regional es una invitación a leer el viento con inteligencia estratégica y con escucha cultural, para que las empresas españolas del sector —especialmente de Navarra, Galicia, Castilla y León y Aragón— puedan identificar los focos más propicios y adaptar su narrativa a cada territorio.

Bretaña – Éolo celta y la administración envuelta en niebla

En la Bretaña francesa, el parque eólico marino de Saint-Brieuc —impulsado por Ailes Marines, filial de Iberdrola— representa uno de los proyectos más ambiciosos de la fachada atlántica francesa: 2.400 millones de euros y una producción estimada de 1.820 GWh anuales. Este proyecto no es un caso aislado. Varias empresas como EDF Renouvelables, Engie y RWE también han logrado adjudicaciones en esta región, lo que subraya el interés estratégico de Bretaña en el desarrollo de la eólica marina. Sin embargo, el éxito aquí no se limita a la excelencia técnica o al cumplimiento administrativo: se juega también en el terreno del lenguaje, de la percepción y del vínculo humano.

Bretaña no es solo una cifra. Es una región con un fuerte apego a su identidad, donde las oposiciones locales pueden frenar incluso los mejores proyectos. El territorio habla a través de su historia, de sus leyendas y de su gente. Aquí, las empresas extranjeras deben ir más allá de la traducción funcional. Necesitan contar una historia, integrarse en el paisaje, dialogar con el territorio. En un contexto donde los habitantes defienden su costa como un espacio de vida antes que de producción, el lenguaje simbólico no es un lujo: es una herramienta de anclaje y de memoria. En realidad, como en un open space, no basta con compartir el mismo espacio para establecer un vínculo. Se puede trabajar con todos, pero solo se crea conversación real con quienes despiertan algo en nosotros. Así también ocurre en los territorios: se escucha y se abre la puerta a quienes saben tocar la fibra cultural, no solo la profesional. Las empresas que logren establecer ese tipo de conexión serán las que encuentren una acogida duradera en la costa bretona.

Provenza-Alpes-Costa Azul – Neptuno, los santons y la innovación flotante

En el Mediterráneo, el dios del mar no se limita a agitar las aguas: guarda secretos, invoca lo invisible y recuerda a los hombres que el equilibrio requiere respeto. El proyecto Provence Grand Large —con turbinas flotantes de 8,4 MW frente a las costas de Port-Saint-Louis-du-Rhône— simboliza esta alianza técnica con el mar profundo. No es casualidad que esta región, donde el mar y el mistral conviven, haya sido elegida para probar tecnologías flotantes que requieren una ingeniería tan audaz como respetuosa.

Pero más allá del reto técnico, invertir aquí implica entrar en un universo simbólico mediterráneo donde cada cosa tiene su lugar, como en un belén provenzal. Los santons —esas pequeñas figuras de barro que representan desde el pescador hasta el molinero— no están ahí por folclore: reflejan una comprensión del mundo basada en los oficios, los roles sociales, los equilibrios comunitarios. Entender esto es clave para cualquier empresa extranjera que quiera ser percibida no como una máquina que llega, sino como un invitado que se ubica.

En este contexto, las empresas de Navarra o Galicia, con experiencia en estructuras marinas y sensibilidad territorial, tienen mucho que ofrecer. Pero deberán integrar su mensaje en un relato colectivo, respetando las normas —sí— pero también los símbolos. Porque en Provenza, como en la mitología griega, el lugar de cada dios importa: y si se entra sin conocer el orden de las cosas, el mar puede volverse caprichoso. Aquí, el anclaje simbólico también es un vector de legitimidad.

Aquí es importante considerar que la cultura empresarial francesa y la española presentan diferencias notables en la gestión del trabajo y la comunicación profesional. Según el barómetro de diferencias interculturales de Hofstede Insights, Francia muestra un nivel de jerarquía (distancia al poder) más elevado que España, lo que implica una mayor formalidad y una clara separación de roles. Mientras que las empresas españolas suelen favorecer la cercanía, la improvisación y las soluciones ágiles, el entorno francés valora más la anticipación, la planificación rigurosa y el respeto a los procedimientos establecidos.

Además, según datos de Eurofound (2022), un 74 % de los trabajadores franceses declara una clara distinción entre vida personal y profesional, frente al 58 % en España, lo cual influye también en la forma de construir vínculos comerciales: en Francia, la confianza no nace de la simpatía inmediata, sino de la constancia, del respeto a los marcos formales y del tiempo.

En este contexto, las empresas de Navarra o Galicia, con experiencia en estructuras marinas y sensibilidad territorial, tienen mucho que ofrecer. Pero deberán integrar su mensaje en un relato colectivo, respetando las normas —sí— pero también los símbolos. Porque en Provenza, como en la mitología griega, el lugar de cada dios importa: y si se entra sin conocer el orden de las cosas, el mar puede volverse caprichoso. Aquí, el anclaje simbólico también es un vector de legitimidad.

Nueva Aquitania – Gaïa, los lenguajes cruzados y el dinamismo entre dos mundos

En la mitología griega, Gaïa es la madre de la tierra, la que acoge y nutre, pero también la que pone límites. Así es Nueva Aquitania: fértil, accesible, pero exigente con quien no respeta su ritmo y su memoria. Para las empresas españolas —especialmente de Euskadi, Navarra y Castilla y León—, esta región representa una oportunidad de oro por su cercanía geográfica y cultural, pero también un terreno delicado, donde coexisten herencias múltiples: la tradición gascona, la identidad occitana, el apego vasco. No hay una sola Aquitania: hay muchas capas de sentido que se superponen.

Con un objetivo de 7.600 MW para 2050 y una progresión anual cercana a los 335 MW, Nueva Aquitania ofrece condiciones técnicas y políticas favorables al desarrollo de la eólica terrestre. Pero no basta con cruzar la frontera para ser aceptado: hay que traducirse. Mientras que en Euskadi o Navarra se valora la eficiencia pragmática, en muchas zonas rurales de Aquitania, la relación se construye despacio, con respeto, sin invadir. Aquí, los vínculos no nacen de una simple competencia técnica, sino de una presencia sostenida, de un lenguaje compartido y de una capacidad de adaptación simbólica al territorio.

Las diferencias culturales empresariales también se dejan sentir: según el informe intercultural de Hofstede Insights, la cultura francesa tiende a otorgar mayor valor a la formalidad y a la distancia jerárquica, incluso en entornos rurales. La expectativa de planificación y respeto a los canales institucionales es alta, mientras que la improvisación —a menudo bien vista en el entorno empresarial español— puede interpretarse aquí como falta de seriedad.

En este contexto, la estrategia no debe limitarse a mostrar solvencia técnica, sino a tejer alianzas locales, a leer el territorio como un relato, y a posicionarse dentro de él como un personaje legítimo. El SEO emocional y la comunicación territorial sensible permiten precisamente eso: abrir la puerta no solo a proyectos, sino a relaciones duraderas.

Nueva Aquitania es Gaïa: madre fértil, pero también guardiana del equilibrio. Para cosechar aquí, primero hay que enraizarse.. Con un objetivo de 7.600 MW para 2050 y un desarrollo constante del parque terrestre, esta zona combina ventajas logísticas y políticas regionales favorables. La conexión con España y la experiencia transfronteriza puede ser un argumento decisivo en licitaciones.

Normandía – Vulcano, vientos fríos y vínculos lentos

En el norte de Francia, donde el viento se mezcla con la bruma del Canal y el olor de la hierba húmeda, la energía eólica encuentra un terreno robusto pero reservado. Aquí, más que la fuerza, se impone la constancia: las vacas lecheras dominan los campos, los quesos con denominación de origen hablan de identidad y tiempo, y el clima impone una manera de vivir y trabajar más contenida, más paciente. Normandía no se entrega a la primera conversación: exige perseverancia.

Aunque el parque eólico marino de Courseulles-sur-Mer (448 MW) simboliza el compromiso técnico de la región con la transición energética, la acogida local depende tanto del proyecto como del modo en que este se articula con la cultura del lugar. A diferencia de la Bretaña mística o de la Vendée agrícola y combativa, la Normandía encarna una dignidad tranquila, un espíritu de resistencia heredado tanto de los campesinos que moldearon sus bocages como del recuerdo de los desembarcos de 1944. Este bagaje colectivo genera un sentido del deber, una ética de la palabra dada y una espera de fiabilidad que no se negocia.

Comparar esta región con los contrastes entre Donosti y Pamplona puede ser útil para las empresas españolas: mientras Donosti seduce con su estética y apertura cosmopolita, Pamplona actúa desde la raíz, desde la identidad interior. Así, una empresa que opera con códigos puramente comerciales puede ser percibida como forzada o superficial. En Normandía, como en Pamplona, el vínculo necesita tiempo, coherencia y presencia encarnada.

En este contexto, las empresas de Castilla-La Mancha o Aragón habituadas a operar en grandes parques industriales deben ir más allá de la escala: deben demostrar que conocen la historia, que respetan los ritmos lentos y que son capaces de dialogar con un entorno exigente y estructurado. Aquí, más que en otras regiones, el éxito no depende sólo de la potencia instalada, sino del grado de afinidad simbólica que una empresa sepa tejer con el territorio.

Vulcano, dios del fuego industrial, solo habita donde el calor no quema, sino transforma. Así también en Normandía: el calor humano no se expresa en entusiasmo, sino en estabilidad. La empresa que sepa traducir esto en su estrategia será bienvenida, no como proveedor, sino como vecino., los proyectos como el de Courseulles-sur-Mer (448 MW) reflejan la fuerza del dios forjador. Empresas de Aragón o Castilla-La Mancha, habituadas a operar en grandes parques eólicos terrestres, pueden encontrar en estas regiones un entorno adecuado para exportar su capacidad técnica. Sin embargo, deberán prepararse para procesos de licitación rigurosos y adaptarse a los ritmos administrativos franceses. locales.

Acceso al mercado francés: entre rituales jurídicos y pactos locales

Entrar en el mercado eólico francés no depende únicamente del potencial técnico. Requiere comprender las distancias mínimas legales, los tiempos administrativos, la influencia de las prefecturas y la importancia del diálogo ciudadano. Sin este conocimiento del "terreno simbólico", incluso las empresas más avanzadas tecnológicamente pueden fracasar.

Estrategias digitales y alianzas locales: traducir el mensaje al idioma del viento

Contar con una página web multilingüe (francés/español), un SEO local trabajado en Google.fr y contenidos adaptados al sector industrial francés no es un lujo, sino una necesidad. Las empresas con sede en Galicia, Navarra o Aragón que deseen establecerse en Francia deben también colaborar con consultores locales o redes institucionales que conozcan las reglas del juego.

Pero hoy, esta estrategia digital necesita dar un paso más: es el momento de pasar al social selling en LinkedIn. No basta con tener una presencia estática en internet. Para captar la atención de leads franceses —más prudentes, más formales y menos receptivos al contacto directo que los españoles— es clave construir una relación emocional y profesional a largo plazo. Y eso se logra con contenido relevante, una narration de marca coherente, y una vraie présence sur LinkedIn.

El social selling es una estrategia de venta que consiste en utilizar redes sociales (especialmente LinkedIn en el sector B2B) para crear conexiones significativas con los clientes potenciales antes de intentar venderles un producto o servicio. Implica compartir contenido útil, comentar publicaciones de actores relevantes, establecer autoridad experta y generar confianza progresiva. No es marketing directo: es conversación estratégica y visibilidad construida.

Desde Euskal Conseil, propongo un acompañamiento adaptado a las pequeñas y medianas empresas que desean estructurar esta presencia en LinkedIn sin perder tiempo ni diluir su mensaje. Combinamos herramientas SEO, posicionamiento temático, estrategia de contenido y seguimiento de leads, todo ello con sensibilidad cultural y enfoque sectorial. Esta estrategia coherente alimenta tanto el SEO como el vínculo emocional: cada publicación, cada interacción bien dirigida contribuye al posicionamiento global de la empresa en los motores de búsqueda y en la mente del cliente.

Entrar en el mercado francés no es solo entrar en un nuevo territorio físico: es habitar otro imaginario profesional. Y LinkedIn, bien trabajado, puede convertirse en la llave que abre ces portes symboliques.Contar con una página web multilingüe (francés/español), un SEO local trabajado en Google.fr y contenidos adaptados al sector industrial francés no es un lujo, sino una necesidad. Las empresas con sede en Galicia, Navarra o Aragón que deseen establecerse en Francia deben también colaborar con consultores locales o redes institucionales que conozcan las reglas del juego.

Conclusión: leer los signos del cielo, preparar los cimientos de la tierra

Francia no es sólo un mapa de oportunidades energéticas, es también un tablero de juego institucional y simbólico. Para las empresas españolas del sector eólico —especialmente aquellas radicadas en territorios con experiencia acumulada como Castilla y León, Aragón, Galicia y Navarra—, la clave está en integrar su saber técnico con una estrategia de implantación culturalmente adaptada. Como en los antiguos relatos, quien sabe leer el viento, forjar el hierro, domar las aguas y cultivar la tierra, será quien conquiste el horizonte francés de las energías renovables.