Formas legales de empresa y humanismo

El mundo empresarial a menudo se considera un lugar lucrativo donde a los gerentes se les paga mejor que a los empleados. Esta primera afirmación ya es infundada. Antes incluso de hablar de economía social y solidaria, existen formas alternativas de gobernanza como las SCOP o las SCIC. La SCOP es una forma de sociedad de capital variable cuyo capital puede variar sin trámites de registro. De hecho, los empleados son libres de incorporarse al capital o no, son los accionistas mayoritarios. Realmente ya no estamos en la dimensión piramidal del organigrama y nos acercamos a la vía democrática. Sin embargo, esto no significa que la empresa esté comprometida con el desarrollo sostenible económica o socialmente.

La SCIC, por su parte, es una sociedad cooperativa en forma comercial con administración desinteresada, toma la forma de S.A, S.A.S o S.A.R.L, aquí son los administradores elegidos entre los socios quienes gobiernan la empresa. En A.G., cada socio tiene el mismo poder que los demás. Transformar la sociedad ya significa cambiar la visión del gobierno corporativo.

Puede afectar a todos los sectores de actividad siempre que el interés colectivo esté justificado por un proyecto territorial o sectorial de actividad que implique una composición heterogénea (múltiples miembros), el respeto de las normas cooperativas (1 persona = 1 voto) y una obtención de beneficios limitada ( obligación de reinvertir casi todos los excedentes en la actividad). Por su forma, la SCIC preserva los riesgos vinculados a la propiedad de activos. Es decir, el riesgo de agotar demasiado la empresa en detrimento de la buena gestión de la empresa y, por tanto, en detrimento de los empleados o de los clientes finales.

El enfoque democrático de la SCOP, al igual que la dimensión sin fines de lucro de la SCIC, son formas de empresa que permiten un enfoque más humanista de la empresa que otras formas de empresa.